Cargando...
 
Skip to main content

Club de Algo: Nebulosas en el Parque

Sábado 20 de octubre

desc
Volante para la edición "Nebulosas en el Parque" del Club de Algo.

Equipo

Lara Irina Olmos Berman, Homero Matías Luccerini, María José Olivares Espinosa, Víctor Genaro González Cinto y Tomás Nahuel Ramirez Gonzalez.

Propuesta

Proyección de la película Todas las estrellas están muertas (2025), de Rodrigo Melendez Aquino y Gonzalo Moiguer. Al finalizar la película, se proyecta de inmediato una serie de videos que simulan ser historias de Ramiro Guggiari, en las que realiza resonancias filosóficas vinculadas al visionado.

El recurso empleado es la hipérbole: se exagera y amplifica la explicación hasta difuminar los límites entre ficción y realidad, partiendo de la idea de que es habitual que Ramiro se promocione en redes como la mayoría.

Se le propuso a Ramiro grabar un video que titulamos “El filósofo interrumpido”, en el que predomina la imposibilidad de decir algo debido al propio formato. Ramiro intenta explicar un concepto filosófico, pero nunca logra concluir: repite, duda, guarda silencios, se interrumpe. Cada historia dura unos veinte segundos.

Finalmente, un aficionado a la astronomía (Tomás) comparte y lee un texto sobre las estrellas que, de manera implícita, reflexiona sobre el ser y el parecer.

desc
Afiche de la película "Todas las estrellas están muertas".

Tópicos y preguntas de interés

¿Podríamos referirnos a los influencers como performers? ¿Cómo incide el formato vertical en la forma de narrar y de mirar? ¿Cuáles son esos condicionamientos? ¿Qué tipo de relación propone la película entre el espectador y la imagen en este formato?

“Una nebulosa es una nube gigante de polvo y gas en el espacio. Algunas nebulosas provienen del gas y el polvo expulsado por la explosión de una estrella moribunda, como una supernova. Otras nebulosas son regiones donde comienzan a formarse nuevas estrellas.”

Las nebulosas, “objetos difusos que guardan claves sobre la vida y la muerte”, mantienen una relación metafórica con las identidades que los personajes del film asumen y abandonan. Como las estrellas que mueren para dar origen a otras, los actores parecen abandonar y renacer al adoptar nuevas formas. Al mismo tiempo que desarrollan una obsesión con el cielo.

De este modo, los tópicos propuestos giraron en torno a la verdad vs la ficción, la identidad y la tensión entre ser y parecer.

A su vez, el visionado de la película suscitó interrogantes sobre la relación entre el formato y la narrativa, los condicionamientos del formato vertical y los espacios de proyección.

Resultados y conclusiones
Lo más significativo del encuentro fue el intercambio. Creemos que la conjunción entre la película, las historias de Ramiro y el texto de Tomás generó los disparadores que pensábamos y otras preguntas que ni siquiera habíamos imaginado. En tiempos en que la palabra “estímulo” parece haber adquirido un carácter negativo, reivindicamos su potencia: no hay nada más estimulante que escuchar algo que uno no había pensado. En ese gesto de abrirse a lo inesperado, se erige el Club de Algo.

Durante el intercambio, se habló de “una premonición de Moiguer” acerca de la performatividad de las redes sociales, personas grabandose en contextos varios y diferentes, explicando cómo hacer cosas en “simples pasos”. También se debatió si la narrativa está o no atada al formato, y si un formato posee una estética dada. Juana dijo que estábamos dejando de lado la narrativa de la película por centrarnos en su verticalidad. En este sentido, se habló de la película como propuesta de métodos alternativos de producción y escritura, escribir al revés, otorgándole premisas a las actores y construyendo la trama a partir de lo que ellos devuelven.

A su vez, el video editado por Homero fue especialmente valorado y se percibió un gran interés general en Gonzalo. A Juana, el visionado le permitió cerrar una nota en proceso eterno y mencionó al Club y la película en una nota al pie del artículo “El cine se alimenta del video” de la revista Taipei; lo que evidencia el alcance del intercambio más allá del día del evento.

Además, tanto Ramiro, invitado al encuentro (presente en su virtualidad pero ausente presencialmente por causas de fuerza mayor) como el astrónomo de ASARAMAS, que tampoco pudo asistir, mostraron un interés en la propuesta del Club de Algo. Próximamente, y con mayor tiempo de anticipación, colaboraremos juntos.

En términos de organización, puntos que ya sabemos: es importante contar con más tiempo para los invitados y publicar el flyer con al menos dos semanas de anticipación para favorecer la convocatoria. De todas maneras, esta edición comprobó que la calidad del encuentro no depende de la cantidad de concurrentes, sino de la predisposición del diálogo que se genera. Todos los que asistieron estaban sumamente interesados y activos con la propuesta.

A futuro, nos encantaría que el Club incorpore artículos o textos sobre los invitados, prolongando así las conversaciones más allá del momento de la proyección. Para eso deberíamos agrandar el equipo.