Cabezas y ombligos
x Cecilia Navarra e Ivana Kairiyama
¿Qué coincidencias y diferencias coexisten entre nuestra identidad anatómica, psicológica y biologíca? ¿Qué puede decir el ombligo de nuestra realidad social, individualista y colectiva siendo una huella única y compartida al mismo tiempo?
Cecilia Navarra es diseñadora gráfica y animadora de motion graphics. Trabaja en el campo de creación de contenido para shows y redes en la industria musical. Con influencias de la carrera de Edición de la UBA, sus intereses oscilan entre la escritura, la literatura, la fotografía, y la música.
Ivana Kairiyama es diseñadora gráfica, animadora de motion graphics y VJ, trabaja en proyectos creativos y artísticos en el campo musical y de espectáculo, contenido para redes institucional, y proyectos personales relacionados al diseño.
El ombligo constituye una de las zonas más singulares del cuerpo humano, tanto por su morfología como por su composición microbiológica. “Cabezas y ombligos” es un dispositivo que evidencia la singularidad irreductible de cada individuo y la manera en que esta se difumina cuando lo íntimo se colectiviza. La individualidad absoluta es una ficción. Mirarse el ombligo es, en el fondo, mirarnos a todos.
Su investigacion se apoya en teorías como las de Byung-Chul Han, quien describe una sociedad del cansancio y un eros narcisista en el que el yo queda atrapado en su propio reflejo, dificultando el encuentro con el otro. De manera positiva, retoman el concepto de pensamiento conjuntivo de Bifo Berardi, en el que la lógica emerge del caos y no de una manera recursiva y lineal.
La instalación tensiona la noción de aura propuesta por Walter Benjamin: la reproducibilidad técnica (aquí expresada en la matriz repetitiva y en la estandarización fotográfica) diluye la unicidad del cuerpo individual para revelar otra experiencia posible, una experiencia colectiva. La pérdida del aura no empobrece la imagen: la convierte en un territorio común.
El proyecto dialoga también con procedimientos conceptuales cercanos a Santiago Sierra, especialmente en el uso de la serialidad, el protocolo y la documentación como dispositivos que exponen estructuras sociales. Aunque la obra no apunta al mismo campo político que Sierra, sí comparte su interés por cómo la repetición y la estandarización pueden evidenciar aquello que permanece oculto en la mirada cotidiana.
Los objetivos de la obra son dos: generar una experiencia de escala que confronte al espectador con la intimidad ajena volviéndola pública, y activar una lectura crítica sobre cómo construimos la idea de “yo” frente a los otros. La distancia física y la repetición fotográfica funcionan como disparadores: el espectador se reconoce sin reconocerse del todo.
Registro: https://drive.google.com/drive/folders/10lytaP66RNY7tWLLciWEyoy7WxAZRrD6